miércoles, 9 de diciembre de 2009

Capitulo 78: “Como Luis Sandrini”


“Feriado, día de la vírgen, por la mañana todo el movimiento pero a la tarde, ni el loro pirulo en la calle.

Y estaba cansada, muy cansada, atender el quiosco y después hacer las cosas de la casa....

Me cansa un poco, y… tengo que acostumbrarme, hoy estuve un poco histérica.

Bastante.

Bueno muy histérica!, demasiado diría. Resulta que le dije a Gaby que controlará un bizcochuelo que dejé en el horno, yo me fui a lavar ropa.

“-En 15 minutos lo apagás, no más que se me baja capito?”

“-Si ma, andá!”

Lavé ropa, me llamó por teléfono mi vieja, se me fue como media hora, cuando vuelvo a la cocina, Gaby estaba en su cuarto y el horno apagado, pero con la torta hecha puré, la quería matar!!.

Y ahí se pudrió todo, que si que no, la cosa es que ella me juró que lo apagó a los 15 minutos como le dije, pero yo estaba poseída, si hubiera sido así, no estaríamos ahora frente a una especie de gelatina con huevos y gusto a vainilla.

La cosa es que no le creí y todo terminó mal, ella ofendiéndose y yo mortificada.

Y si me dice la verdad y yo me equivoqué?, pudo haber pasado cualquier cosa con el bizcochuelo.

Le pedí disculpas, pero se que le dolió mucho como le grité.

Ojala no le quede esto como una marca.

Es muy feo que no te crean cuando uno dice la verdad.

No me acuerdo el nombre de la peli, pero hay una de Luis Sandrini con Aída Luz en la cual son marido y mujer y el es un marido amoroso y fiel, pero un desencadenamiento de hechos muy extraños hacen parecer ante los ojos de su esposa, que la engaña con otra mujer.

Nada que ver!, pero como con mi bizcochuelo, a veces el diablo mete la cola, al final de la pelicula, ella lo increpa y no le cree que nunca le fue infiel, bueno discuten y al final, como la mina no queda conforme y cree más en lo que ve, que en su marido, este, decide reconocer algo que nunca pasó.

-“Tenés razón, lo admito, te engañé con otra mujer”

Es mentira!!, pero ella solo quería creer en lo que su mente afirmaba.

Resultado: el marido, desilusionado ante la desconfianza de su esposa, no solo le pierde el respeto y devoción que siempre sintió hacia su amada, sino que decide, (es de esperarse), ser le infiel.

Perdoname Gaby!, te lo dije ayer y te lo vuelvo a decir.

Perdón mi chiquita, te creo."

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