Esta tarde a las 14 hs en punto, me disponía a salir de casa para encontrarme con Teté, habíamos arreglado por la mañana.
Y no pude salir de casa!.
Se trabó la maldita cerradura de la puerta de calle y no podía salir!.
Vino Teté, tampoco pudo desde afuera, todas las ventanas tienen rejas, por ese lado menos, en el fondo no tengo vecinos, encima nos separa un paredón de 3 metros.
¡¡¡¡¡GRRRRRRRR!!!!!
Gabriela me sigue mirando raro por lo de la separación, René está obsesionado con la muerte y eso de ir a un cementerio, mi hermano preso, hace semanas que no tengo un buen orgasmo!, estoy harta!!!.
¡¡Me agarró un ataque de nervios!!.
Dos horas encerrada, dos malditas horas!!.
Yo, llorando desconsoladamente, afuera:
El diariero, el sodero, pepe el carnicero, un afilador de cuchillos que pasaba por ahí, un cartonero y un paseador de perros, junto a Teté, dos horas luchando para sacarme del encierro.
Por cierto, eran todos hombres, ni una mujer del barrio se acerco.
Pero a Mario, no lo llamé.
Un poco de paz, necesito paz.”rr

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