Capitulo 12: "Los chicos crecen"

"Una de arena.

Así son los días de mi vida, una de cal…

La cal es la buena?, o la mala?, no importa.

Siempre pensé, que si habría alguien que me daría dolores de cabeza en mi propia familia, sería precisamente el varón, y no la dulce, calladita, y tímida de Gabrielita.

Me equivoqué.

Gabi siempre fue una nena divina, compañera, nada caprichosa, o.. digamos lo normal, nada de tirarse al suelo por un helado o un paquete de figuritas ¿o si?, una vez lo intentó. Fue en el hall de un cine, tendría unos 6 años, estaba lleno de gente, y dale que te dale con que le compre churros con chocolate, ya había comido de todo, alfajor, caramelos etc.

“-Dale dale ,dale, quiero churros con chocolate!,dale ,dale, dale, quiero churros con chocolate!!!” así, sin respirar, definitivamente insoportable, no daba. Pero la señorita espero el momento justo para el zarpazo.

Cuando estábamos por entrar a la sala se largó a llorar y a patalear, se tiró al piso, los lagrimones rodaban por las mejillas, más que capricho parecía una posesión demoníaca.

En serio, la gente miraba sorprendida,(algunos con la boca abierta), igual que yo, vaya a saber en donde vio una situación parecida, ella no era así, obviamente estaba copiando algo que le resultó a otro chico.

Por supuesto que se lo di.

No los churros, la flor de paliza. No lo volvió a hacer más.

Uno siempre ve a sus hijos chicos, a veces una madre no se da cuenta de lo mucho que crecieron o sufren, hasta que un hecho les explota en la cara como un petardo en navidad.

Día de la primavera, sol, juventud, quizás el primer beso, así era en mi época, y no soy de la era de las cavernas!.

Pero parece que hoy en día ya no es así, digo, como primera impresión, mi nenita llegó a casa a las 10 de la noche en remís.

Borracha.

Y Mario gritó, esta vez con razón: ¡¡¡En pedo!!!.

Como decía John Lennon, “El sueño ha terminado”.