“Mi hijo no es un ladrón”.
“Me imagino que todas las madres que sufren por sus hijos delincuentes dirán lo mismo.
Mario dice que soy una exagerada, no lo creo, hay que reconocer que los chicos que delinquen alguna vez empezaron, tuvieron su primera vez.
Y no precisamente robando un banco.
Me refiero a lo siguiente:
Mi tía Angélica, la que creo murió de cáncer, no falleció de un día para otro.
Existieron síntomas.
Primero un mareo, luego un ojo inyectado en sangre, después la falta de fuerzas para levantarse de la cama…
Todo tiene su comienzo y sus síntomas, está en nosotros ignorarlo o no.
Yo nunca miré para el costado.
No voy a empezar ahora”.
viernes, 9 de octubre de 2009
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